Reunidos durante dos días para analizar los méritos de cada contendiente, en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, los miembros del jurado español fallaron en favor de la UNAM.

Desde que esta casa de estudios fue propuesta como candidata el 19 de febrero en la sede mexicana de la embajada española ganó adeptos, como lo demostró un comunicado enviado a la Fundación Príncipe de Asturias por la International Association of University Presidents, representativa de más de 600 instituciones educativas de África, Europa, Latinoamérica, América del Norte y diversos países de Asia, Arabia y el Pacífico.

Ricardo Senabre Sempere, presidente del jurado, leyó el acta respectiva en la que se establece que la UNAM ha sido, a lo largo de cien años, el modelo académico de muchas generaciones de estudiantes de diversos países y ha nutrido el ámbito Iberoamericano de valiosos intelectuales y científicos. Esta Casa de Estudios, añadió, acogió con generosidad a ilustres personalidades del exilio español de la posguerra y ha impulsado poderosas corrientes de pensamiento humanístico, liberal y democrático en América. Ha extendido su decisivo influjo creando una extraordinaria variedad de instituciones que amplían el mundo académico y lo entroncan en la sociedad a la que sirven.

La UNAM, que está a punto de cumplir 458 años, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 2007,  y fue a finales del mes de octubre, de 2009 cuando, en el Teatro Campoamor de Oviedo, la Universidad recibió la distinción de manos del heredero a la corona española, Felipe de Borbón, que consta de un diploma, una escultura de Joan Miró y 50 mil euros.

Entre los mexicanos galardonados con este premio, egresados de la UNAM, figuran Guido Münch, Silvio Zavala, Marcos Moshinsky, Emilio Rosenblueth, Francisco Bolívar Zapata, Ricardo Miledi y Carlos Fuentes.

Horas después de la noticia, el rector José Narro Robles aseguró que este premio es un reconocimiento a la defensa de la libertad, de pensamiento, de cátedra, de opinión y de investigación, valores enarbolados por esta casa de estudios. Además, dijo, con él se reivindican el trabajo, la dedicación y el cumplimiento de muchas generaciones; las aportaciones de la Universidad, de sus profesores, estudiantes y trabajadores a lo largo de los años para enriquecer el pensamiento y el sentido humano del trabajo académico.

José Narro subrayó que en esta distinción están presentes muchos de los científicos, profesionales y humanistas, y de los grandes artistas, pensadores e intelectuales que llegaron a nuestro territorio hace muchos años, desde los más modestos hasta los más encumbrados, como Adolfo Sánchez Vázquez, José Gaos y Ramón Xirau, porque la Universidad fue una de las instituciones del país que les abrió sus espacios para desarrollarse.

En el Auditorio Javier Barros Sierra de la Torre de Rectoría, agradeció a la Fundación Príncipe de Asturias y a los cientos de suscriptores de apoyo a la candidatura de esta casa de estudios, quienes hicieron posible obtener este galardón, uno de los de mayor reconocimiento en el mundo.

El rector también agradeció a quienes han hecho posible la biografía, la historia de la Universidad, diciendo: “Hoy nos toca cosechar una distinción de enorme valía y de gran trascendencia, recogiendo lo sembrado a lo largo de muchas décadas”.

Esta Casa de Estudios, aclaró, es la universidad de la nación, de todos los mexicanos.

Para el embajador español Carmelo Angulo, este galardón lo recibe la Universidad con todos los méritos y reconocimientos, por su fortaleza institucional, la calidad y variedad de su oferta académica y de investigación. Además, abundó, su compromiso con la difusión cultural, el humanismo y las nuevas tecnologías la convierten en la máxima casa de estudios del país y la de mayor prestigio y reconocimiento en Iberoamérica. Se trata, comentó, de una distinción que reconoce una larga historia, porque la UNAM es un gran centro de formación, una reserva moral para el país y un foco de relación cultural para Iberoamérica.