Alberca Olímpica Universitaria
UNAM

Planeada por los arquitectos Félix T. Nuncio, Ignacio López Bancalari y Enrique Molinar, abrió por primera vez sus puertas en 1954, para recibir las competencias de natación de los VII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe. Un año después fue escenario de las competencias acuáticas de los II Juegos Deportivos Panamericanos. En 1968, fue escenario de los Juegos Olímpicos, en las eliminatorias de polo acuático, y sirvió como lugar de entrenamiento para nadadores y clavadistas de diversos países. Así inició la historia de esta alberca: es la más grande del mundo y está enclavada en el campus de Ciudad Universitaria.

La alberca universitaria cuenta con las instalaciones necesarias para practicar waterpolo, natación olímpica, ballet acuático, nado de exhibición, nado con aletas, clavado y buceo. Posee un sistema de sonido subacuático y un túnel de observación.

Se ubica en el circuito interior frente a las facultades de Arquitectura e Ingeniería y, en vista aérea, semeja la forma de la República Mexicana.